Superficie construida, 250m2
El proyecto nace de la necesidad de proteger la intimidad de las estancias frente a los vecinos y abrir la casa a la naturaleza del monte Gurugú. La estética sencilla del proyecto nos permite contraponer los tonos neutros de la vivienda con los colores marrones y verdes del entorno.
La vivienda se desarrolla en una sola planta con el fin de optimizar la vida del día a día de sus habitantes. En paralelo los volúmenes de piedra y de mortero de cal dialogan para crear espacios a doble altura en las estancias principales de la vivienda y adaptar el proyecto a la escala de las viviendas vecinas.